Ubicada en el sur de Quintana Roo, a escasos kilómetros de la frontera con Belice, la Laguna de Bacalar es uno de los destinos naturales más sorprendentes de México. Conocida como la Laguna de los Siete Colores, este cuerpo de agua es célebre por sus distintas tonalidades de azul y turquesa que se funden en un espectáculo visual inigualable. Pero su encanto va mucho más allá del paisaje: Bacalar representa un ecosistema de gran valor ecológico y un sitio cargado de historia y cultura maya.
¿Qué hace tan especial a la Laguna de Bacalar?
Lo que distingue a Bacalar de otras lagunas es la composición de su fondo, mayormente de estromatolitos, formaciones microbianas que datan de hace miles de millones de años. Estos organismos vivos, considerados una de las formas de vida más antiguas del planeta, tienen un papel fundamental en la oxigenación del agua y en el equilibrio del ecosistema. Además, las distintas profundidades de la laguna, la entrada de agua subterránea y la poca intervención marina explican los distintos matices de azul que dan nombre al lugar.
El entorno está compuesto por cenotes conectados a la laguna, como el Cenote Azul y el Cenote Esmeralda, así como manantiales y manglares que conforman un delicado ecosistema que requiere cuidado y preservación.
Actividades turísticas con conciencia ambiental
Bacalar es un destino perfecto para quienes buscan un turismo más tranquilo, en contacto con la naturaleza. Se pueden realizar paseos en kayak, paddle board y recorridos en lancha eléctrica para evitar la contaminación del agua. Visitar el Canal de los Piratas, nadar cerca de los estromatolitos (sin tocarlos) y explorar la biodiversidad en sus alrededores son algunas de las experiencias más populares.
Asimismo, el Fuerte de San Felipe, ubicado en el corazón del pueblo, permite conocer la historia de la región y su pasado como punto estratégico frente a ataques de piratas en el Caribe.
Cultura, sostenibilidad y comunidad
Bacalar no solo es una joya natural, también es hogar de comunidades que mantienen vivas tradiciones mayas y formas de vida en armonía con su entorno. El turismo responsable ha crecido en los últimos años, dando paso a proyectos de hospedaje ecológico, restaurantes con ingredientes locales y esfuerzos colectivos por conservar el equilibrio de este frágil ecosistema.
Hoy más que nunca, la Laguna de Bacalar necesita del respeto de quienes la visitan. El uso consciente del agua, evitar el uso de bloqueadores solares no biodegradables y no tocar los estromatolitos son pasos esenciales para preservar la belleza y la salud de este destino.
Un paraíso mexicano que invita a regresar
La Laguna de Bacalar es un ejemplo de cómo la naturaleza, la historia y la cultura pueden convivir en armonía. Ideal para quienes buscan tranquilidad, paisajes memorables y conexión auténtica con el entorno, este destino se ha consolidado como uno de los tesoros más preciados del Caribe mexicano.
Si estás planeando tu próxima aventura por México, Bacalar debe estar en tu lista: un lugar donde el agua habla en siete tonos y cada rincón invita a detenerse, contemplar y cuidar.