En las puertas de la medina de Marrakech, rodeado por jardines históricos y murallas rojizas, se encuentra La Mamounia, uno de los hoteles más celebrados del mundo. Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el sultán Mohammed Ben Abdallah regaló estos terrenos a su hijo Mamoun, y desde entonces el lugar ha evolucionado hacia una de las expresiones más refinadas del lujo marroquí.
Hoy, La Mamounia combina artesanía local, diseño contemporáneo y un ambiente palaciego que envuelve cada espacio con carácter y belleza.
Arquitectura que honra la artesanía marroquí
El hotel conserva elementos tradicionales como zellige, madera tallada, tadelakt y arcos que evocan la estética andalusí.
Una renovación reciente, liderada por Patrick Jouin y Sanjit Manku, introdujo líneas modernas y un lenguaje visual más ligero sin perder la esencia del palacio original.
Los patios, pasillos y salones están decorados con lámparas de latón, mosaicos geométricos y motivos que celebran la riqueza cultural de Marruecos.
Habitaciones que equilibran tradición y modernidad
Las habitaciones y suites presentan una mezcla armoniosa de diseño marroquí, mobiliario contemporáneo y vistas que pueden incluir los jardines, las montañas del Atlas o la emblemática Koutoubia.
Los interiores juegan con paletas profundas —granates, verdes, azules— combinadas con texturas y detalles cuidadosamente seleccionados.
Las suites más amplias funcionan como residencias privadas dentro del hotel, ofreciendo espacios para descansar, trabajar o simplemente disfrutar de la luz dorada que define Marrakech.
Gastronomía que celebra la cocina marroquí e internacional
La Mamounia alberga restaurantes dirigidos por chefs de renombre, con propuestas que van desde platos tradicionales marroquíes hasta experiencias culinarias de inspiración italiana y francesa.
Sabores como el cordero con especias, el cuscús de verduras o las preparaciones con azahar se presentan con técnicas modernas sin perder sus raíces.
Los bares y salones del hotel ofrecen ambientes contrastantes: desde espacios íntimos con música suave hasta terrazas donde la vista domina la experiencia.
Un universo de bienestar inspirado en rituales marroquíes
El spa del hotel es uno de los más destacados de África del Norte, reconocido por sus hammams tradicionales, tratamientos con argán, exfoliaciones con kessa y rituales de vapor que se inspiran en prácticas ancestrales.
Las piscinas, interiores y exteriores, complementan un ambiente de descanso profundo, ideal para equilibrar la energía después de recorrer la ciudad.
Jardines históricos para perderse sin prisa
Los jardines de La Mamounia, con naranjos, olivos y palmeras centenarias, son parte fundamental de la experiencia.
Estos espacios verdes, trazados desde el siglo XVIII, conforman senderos aromáticos y rincones tranquilos que contrastan con la vida vibrante de Marrakech.
Un destino para amantes del diseño, la cultura y la historia
La Mamounia atrae a viajeros que buscan lujo con sentido de lugar, experiencias auténticas y una conexión profunda con la estética marroquí. Con su equilibrio entre lo histórico y lo contemporáneo, el hotel se mantiene como una referencia global en hospitalidad.
