¿Imitar lo real? ¿ Cuál sería el resultado? Sin duda algo inesperado. Si los pasos de quien visita San Miguel de Allende ponen rumbo hacia Ranchito Cascabel, la persona se encontrará en un sitio que, cuando mucho, le resultará familiar, pero que sin duda le sorprenderá.
Los ojos encontrarán un universo de colores que se reconocen como parte de los objetos de la vida “normal”, pero que han sido reinterpretados y presentan un universo distinto, que se representa en una arquitectura donde los seres marinos se posicionan en las paredes cuyas formas se contorsionan de forma flexible.
En Ranchito Cascabel, a 25 minutos de San Miguel de Allende, el visitante encuentra una casa privada, pero cuya construcción la ha llevado a la vida pública como un sitio donde todo es posible y la imaginación se manifiesta en todo su esplendor.
La inspiración surge del estilo de Antoni Gaudí, el máximo representante del modernismo, y transforma este sitio del estado de Guanajuato, en un lugar de estilo retro y futurista, aunque para algunos tal vez sea inclasificable.
El estadounidense Tim Sullivan es el dueño de este sitio, al que también se le conoce como Timmyland; el diseño arquitectónico es de Steve Kornher y de Bob Hoss, quienes tomaron elementos de la naturaleza para desarrollar lo que se conoce como flying Concrete.
El sitio está cargado con un profundo simbolismo religioso que convive con esculturas de víboras de cascabel y otras figuras zoomorfas, en la decoración también se incluyó el trabajo de las “manos mágicas” de San Miguel de Allende, con piezas de vidrio soplado que encajan de forma natural en el estilo.
Además de la experiencia visual, los visitantes encontrarán un museo de arte popular con exposición de artistas locales e internacionales, espacios para practicar deporte, así como sitios donde estar en paz y meditar, es una vivencia para estar en familia o con amigos. Es importante destacar que se requiere planear este viaje, verificar fechas y disponibilidad pues sólo se tiene acceso con reservación previa.
SE UTILIZARÓN MATERIAS PRIMAS DE LA REGIÓN COMO LA PIEDRA PÓMEZ PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LAS CASITAS SURREALISTAS.
Una anécdota curiosa, originalmente, Tim Sullivan planeaba construir una bodega para bicicletas, así como un espacio para que sus hijos pudieran divertirse, y terminó creando una experiencia mágica, laberíntica y surreal, eso sí, le tomó más de 20 años concretar la obra.
Sin duda alguna, Guanajuato no deja de sorprender y este rincón desconocido logrará llevarte a una aventura inolvidable, que podrás compartir en tus redes sociales y atesorar en tu memoria y la de tus seres queridos.
