Si hay algo de lo que Zacatecas pueda vanagloriarse es de sus Pueblos Mágicos, los cuales poseen un encanto particular, entre zonas arqueológicas, fiestas, gastronomía y cultura.
Zacatecas tiene seis pueblos promovidos como los más mágicos: Teúl, Sombrerete, Pinos, Nochistlán, Jerez y Guadalupe.
Teúl es un pueblo mezcalero, en cuyo territorio se encuentran algunas de las fábricas de destilado artesanal más importantes de Zacatecas, incluso con reconocimiento mundial, como “Don Aurelio”. De aquí también son originarios los famosos chamorros de Los Jorges, tradicional restaurante familiar que prepara este icónico platillo.
Además, a unos cuantos minutos está la zona arqueológica del Cerro del Teúl, uno de los atractivos turísticos más visitados. Representa un acercamiento a la forma de vida y costumbres de los grupos prehispánicos asentados en el sur del estado.
Sombrerete es señalado como la locación de los más bellos atardeceres, con decenas de iglesias de origen virreinal, calles pavimentadas en mármol azul y los diez cerros que lo rodean, cada uno coronado con una cruz. Este poblado es parte del Camino Real de Tierra Adentro, catalogado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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A sólo 30 kilómetros de Sombrerete, está el Parque Nacional de Sierra de Órganos, un área nacional protegida de más de mil hectáreas, donde la erosión transformó las rocas en esculturas en forma de órgano. Las brujitas son el platillo típico.
Pinos es catalogado como el pueblo más danzante con el baile de Matlachines, las Fiestas de Semana Santa y la de los Faroles en diciembre. Conserva una parroquia barroca y alberga importantes haciendas productoras de mezcal.
Nochistlán es uno de los municipios más antiguos de Zacatecas y se caracteriza por ser cuna de músicos, jaraberos, mariachis y bandas norteñas. Muchas de las familias se dedican a esta profesión. Entre sus atractivos destacan la Parroquia de San Francisco de Asís y su antiguo mercado, El Parián, además de un acueducto construido en 1790, que se ilumina al caer la tarde.
Jerez se destaca por ser la cuna de la típica tambora zacatecana. En sus calles y plazas se escucha esta alegre música cada fin de semana, así como en la celebración de la Feria de Primavera, en la que las calles del pueblo se llenan de jinetes. Para visitar está el santuario de la Virgen de la Soledad, el Teatro Hinojosa y el Panteón Museo de Dolores.
Guadalupe alberga un museo, que resguarda la colección de arte virreinal más importante del país. El acervo está compuesto por pintura, escultura, arte plumaria y libros, entre otros materiales de los siglos XVI al XIX. También es parte del Camino Real de Tierra Adentro.
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