San Miguel de Allende uno de los pueblos más vistosos y agradables de México
San Miguel de Allende
Su imponente y singular parroquia resalta en el paisaje colonial de este lugar. Crisol donde han dejado su factura artística: españoles, criollos e indígenas reflejado hoy en el patrimonio tangible e intangible del lugar. Calidoscopio incomparable del alma mestiza en nuestro país, en San Miguel de Allende se erige una de las Parroquias más singulares de México: iniciada su construcción desde 1570, se concluyó hasta finales del siglo XVIII con una clara vertiente barroca que podemos admirar en su espectacular portada neo-gótica.
Atractivos:
Parroquia de San Miguel Arcángel
La imagen de la parroquia de San Miguel Arcángel se ha convertido en el emblema de San Miguel de Allende. Estructurada en una fachada torre que parece tallada en cera y no en piedra. La vieja parroquia franciscana data del año 1564. Se renovó el interior de la iglesia en estilo neoclásico a mediados del siglo XIX. Y luego, más radicalmente, entre 1880 y 1890 se construyó la nueva fachada inspirándose en las grandes obras de estilo gótico de la Europa medieval. En el baptisterio se bautizaron los héroes de la Independencia Ignacio Allende y los hermanos Juan e Ignacio Aldama.
Calles Centro Histórico
San Miguel de Allende es una ciudad que merece ser recorrida a pie. El centro histórico es un ejemplo excepcional de integración de las diferentes tendencias y estilos sobre la base de un esquema urbano del siglo XVI.
La arquitectura religiosa y civil muestra la evolución de diferentes estilos bien integrados en un paisaje urbano homogéneo. Las mansiones urbanas son excepcionalmente grandes y opulentas para una ciudad mediana latinoamericana.
Plaza Principal
San Miguel de Allende es un destino completo, pero sus alrededores acumulan siglos de riqueza y tradición. Explorar los caminos de San Miguel a Atotonilco, a sólo 15 kilómetros de distancia es una forma sencilla de descubrir el fascinante mundo de sus alrededores.
Los caminos serpentean a través del fértil valle del Río Laja, un área de apacible belleza rodeada de colinas y manantiales de aguas termales. La cuenca del Río Laja, que ha sido habitada por más de tres mil años, es ahora el hogar de tranquilas comunidades rurales, numerosas capillas y haciendas coloniales.
Casa del Mayorazgo de la Canal
Antiguamente conocida como el Palacio de los Condes de la Canal, por ser ellos quien lo construyeron. Esta casa es un gran ejemplo de la arquitectura civil de los aristócratas durante la época de la Independencia. Actualmente es del Banco Nacional de México (Banamex) y es administrado por la fundación Fomento Cultural Banamex para que funcione como Casa de Cultura Banamex. Fue restaurada después de ser saqueada y destruida por las fuerzas realistas en 1810.
Centro Cultural Ignacio Ramirez
El edificio se empezó a construir como espacio religioso “El Convento de la Concepción” en 1755, por el arquitecto Francisco Martínez Gudiño, y fue inaugurado incompleto en 1765, siendo su fundadora sor María Josefa Lina de la Canal y Hervás. Este convento estuvo en funciones hasta la época de la reforma, posteriormente fue utilizado para diversos fines. Y es hasta el año de 1938, por gestoría de Felipe Cossío del Pomar, que la Secretaría de Bienes Nacionales, cedió la propiedad a la escuela Universitaria de Bellas Artes. A lo largo de sus episodios, han dejado huella artistas de talla universal, el recinto guarda murales como los de David Alfaro Siqueiros, Pedro Martínez, Eleanor Cohen. Festivales de Música de Cámara, talleres de artes plásticas, cerámica, teatro, danza, escultura, piano, guitarra. Exposiciones periódicas y eventos de vanguardia, hacen del monumento un extraordinario goce estético
Santuario de Atotonilco
El santuario de Jesús de Nazaret de Atotonilco constituye un ejemplo excepcional de los intercambios culturales de Europa y de América; la disposición arquitectónica y la decoración interior dan testimonio de la interpretación y la adaptación de la doctrina de San Ignacio de Loyola a ese contexto regional particular. El santuario de Atotonilco es un ejemplo excepcional de un establecimiento religioso particular, cuya decoración interior admirable lo convierte en una obra maestra del barroco mexicano.