Pocos centros de hospedaje pueden presumir el resguardar tanto encanto e historia, en un lugar único, surgido durante la Colonia, con la explotación minera, o el tener una ermita, que a más de 300 años conserva su esplendor.
Enclavado en una de las comunidades más mágicas de México, Taxco, en el estado de Guerrero, entre senderos empedrados y llamativos jardines, el visitante descubrirá poco a poco un sinfín de sorpresas en el Hotel Posada La Misión.
Ahí, coloridos muros acabaron por ser lienzo de monumental mural del último emperador azteca, Cuauhtémoc, y contribuyeron a que este remanso de descanso sea considerado Patrimonio Histórico de México.
Una visión en la postguerra
Luego de la Segunda Guerra Mundial, muchos canadienses y estadounidenses empezaron a buscar lugares más cálidos hacia el sur del Continente. Por esa razón, era común ver caravanas de vehículos en recorrido que tenían a Acapulco como destino.
La ruta partía de la Ciudad de México, directo hacia Acapulco, pero después los turistas empezaron a pasar por Taxco, donde quedaban encantados por las bellezas naturales, culturales e históricas de este Pueblo Mágico, y comenzaron a quedarse por períodos cada vez más prolongados de tiempo.
Ante ese flujo de visitantes, cada vez más constante, que buscaban escaparse hacia el Pacífico mexicano, don José J. Razo vio una oportunidad y decidió adquirir, en 1936, la propiedad conocida en Taxco como Cerro de la Misión, con la idea de construir ahí un lugar para el alojamiento de los turistas.
Emblemático centro de hospedaje
Sin embargo, don José no pudo concretar su visión, dado que la muerte lo sorprendió ese mismo año. Su hija Elena Razo tuvo que abandonar sus estudios en Alemania y regresar a Taxco, donde puso manos a la obra para concretar la visionaria obra de su padre.
Es así como en 1940 fue inaugurada La Posada de la Misión, que 80 años después se mantiene como uno de los más emblemáticos centros de hospedaje de Guerrero.
Christian Berger Trauwitz, cuyos padres son actualmente administradores de la propiedad familiar, revela que atesora gratos recuerdos de su niñez y de lo mucho que aprendió de tanta gente que pasaba prolongadas estadías en La Posada de la Misión, provenientes de Italia, Francia, India, Irán, Canadá, Estados Unidos, África, Asia y, por supuesto, de nuestro país.
Centro del arte y cultura
“Ese multiculturalismo es algo muy bonito, pero habrá siempre que destacar al turista mexicano, que es el más noble, el que está siempre con una sonrisa y feliz con el patrimonio cultural que tenemos”, señala el también presidente de la Asociación Nacional de Pueblos Mágicos.
La Posada de la Misión ha alojado en sus habitaciones a todo tipo de personajes, entre ellos los muralistas y pintores Diego Rivera, Frida Kahlo y Juan O’Gorman. Este último cultivó tal amistad con la familia, que pintó un mural en el hotel en homenaje a Cuauhtémoc.
Este hotel-museo-jardín, declarado Patrimonio Histórico de México, se levanta en una propiedad, que abarca unas tres hectáreas, con 140 cuartos distribuidos en un camino de piedra y de abundante naturaleza. Por su ubicación, ofrece una de las vistas panorámicas más espectaculares de Taxco y, por supuesto, de la iglesia de Santa Prisca.
Cuenta con salones para convenciones, banquetes y fiestas, el más grande, El Teatro Juan Ruiz de Alarcón, con capacidad hasta para 500 personas. Si se desea algo más exclusivo y privado, están los salones Elena Razo, para 150 asistentes, y el José Razo, para 100. También está el Taxco, para 300.
Extraordinario clima
Al poseer Taxco un clima extraordinario todo el año, con temperaturas que van de los 17 grados centígrados, la más baja, a los 30 grados, la más alta, se puede visitar todo el año. El amanecer es precioso, al igual que el atardecer, con una mezcla de tonalidades rojizas, muy típicas de la zona.
La Posada de la Misión cuenta con una pequeña capilla, muy bonita, de más de 300 años, donde se pueden celebrar bodas, además de muchos sitios que tienen un encanto propio, como los jardines, entre ellos de la Flor de Nochebuena, la cual es originaria de Taxco, una pequeña cafetería, ideal para disfrutar un aromático café, mientras se lee un libro o simplemente se relaja.
En la propiedad hay una mina que está bien iluminada y a la cual se puede bajar, igual cuenta con un banco de germoplasma, a cargo de la Universidad de Chapingo, donde están guardadas semillas de flor de Nochebuena.
