El museo de arte popular más grande de México está en Valladolid, Yucatán, y es hogar de una pareja estadounidense
John y Dorianne Venator son originarios de Michigan, Estados Unidos, pero se enamoraron de México desde que eran una joven pareja de recién casados.
Después de cada viaje por los rincones más alejados del país, retornaban a Estados Unidos cargados de piezas únicas, elaboradas por las manos mágicas de los artesanos mexicanos.
Con el paso de los años, decidieron establecer su residencia en México y fue así como iniciaron la búsqueda del lugar perfecto para dar a su preciada colección el espacio adecuado donde pudieran lucir en todo su esplendor cada una de sus piezas.
Y ese lugar lo encontraron justo en la ciudad de Valladolid, Yucatán, conocida también como la Sultana de Oriente. A sólo unos pasos del parque principal, muy cerca del Palacio Municipal y la Iglesia de San Servacio, testigos de la conquista española y el sincretismo entre la cultura española y maya.
La vieja casona que fue construida entre los años 1600 y 1620 permaneció abandonada durante muchos años, hasta que fue adquirida por la pareja en el año 2000. Actualmente se considera como uno de los principales atractivos turísticos del Pueblo Mágico.
Entre lo público y lo privado
En punto de las 10 de la mañana el hogar de la familia Venator se transforma, abre sus puertas al público y deja al descubierto miles de piezas que han sido adquiridas a lo largo y ancho de todo el país.
Aunque hay personas que se encargan de guiar a los visitantes, es el propio John Venator quien comparte las mejores experiencias. Aunque lo intenta, confiesa que no puede resistir la tentación y se acerca a la gente para hablarles de cada una de las arte-sanías, del lugar donde las compró y de la gente que les dio vida y color.
Amor por México
El propio John Venator reconoce que ha perdido la cuenta de la cantidad exacta de piezas que tiene en casa. El más reciente recuento que hicieron para catalogarlas y tener un registro museográfico en forma arrojó más de tres mil, pero de eso hace ya varios años.
Basta con poner un pie dentro de la propiedad para darse cuenta de la fascinación que tiene este matrimonio por la vida y obra de Frida Kahlo y Diego Rivera, así como por el culto a la muerte y el peculiar estilo de los mexicanos de tratar con ella.
Desde la entrada, y en cada uno de los pasillos y habitaciones de la propiedad, se pueden apreciar las piezas artesanales elabora-das con técnicas como cerámica, tallados, textiles, alfarería, pintura, bordados y mucho más.
A los Venator les gusta disfrutar las cosas, para ellos no hay nada mejor que sentarse a desayunar en las mesas de madera fina-mente talladas o compartir el desayuno con muchos invitados, mientras saborean platillos tradicionales de la gastronomía yucateca.
Entrar a la Casa de los Venados tiene un costo de 5 dólares o su equivalente en pesos mexicanos pero gran parte de esos recursos son destinados al apoyo de proyectos locales que tienen como objetivo impulsar la cultura local.
Constantemente abren sus puertas para desayunos del Club Rotario, conciertos especiales y otras actividades que son a beneficio de alguno de los proyectos que apoyan.
Calle 40 Local 204 X 41, Centro, 97780, Valladolid, Yucatán.