Pueblo de la eterna Navidad

En Tlalpujahua, Michoacán, hay cerca de un centenar de talleres en los que durante todo el año se fabrican esferas de vidrio soplado y otros adornos, pero también encontrarás mucha magia

 

Si hay un Pueblo Mágico que destaca por su magia es, sin duda, Tlalpujahua, ubicada en una zona montañosa de Michoacán colindante con el Estado de México. Y ninguna época mejor para visitarla que a fines del Otoño y comienzos del Invierno.

Bien podríamos decir que Tlalpujahua es el pueblo de la eterna Navidad, con casi un centenar de talleres en los que durante todo el año se fabrican esferas de vidrio soplado y adornos navideños, la mayoría abiertos al público.

A lo largo del año se realizan festejos que contribuyen al encanto del lugar. Su Carnaval Mazahua, el lunes y martes anteriores al Miércoles de Ceniza, atrae a sonajeros y danzantes, quienes ejecutan bailes con reminiscencias prehispánicas; en junio, en el marco de la fiesta de San Pedro Apóstol, se presenta el rito autóctono de la Danza de los Voladores de Tarimangacho, que es, presuntamente, anterior a la tradición en Papantla.

Espíritu navideño todo el año

Si bien hay otros festejos tradicionales, como la Fiesta de Muertos, en cuyo marco las tumbas son adornadas a semejanza de la tradición purépecha, en octubre la población es invadida por el espíritu de la Navidad, con su exposición de arte navideño (esferas, árboles y arreglos), con la participación de los artesanos de la población.

Las esferas navideñas de vidrio soplado y arreglos que se presentan en la exposición son de una gran variedad de modelos, diseños y formas e identifican a este pueblo el trabajo, también artesanal, en madera, palma, barro, los textiles y metal, que tienen una raíz profunda en la actividad productiva de cada comunidad michoacana.

Además, en Tlalpujahua, vocablo que proviene del náhuatl tlalli (tierra) y poxohuac (esponja, fofa) por lo que su nombre significa “tierra de tezontle” o “tierra bofa o esponjosa”, hay artesanos que transforman la cantera negra, café, roja, rosa o blanca en verdaderas obras de arte, como fuentes para adornar los jardines.

Sus calles empedradas, su arquitectura virreinal, sus casonas con balcones y su pasado minero realzan su atractivo. No dejes de visitar el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, construido en la primera mitad del siglo XVIII con cantera y con un amplio atrio y varios portales.

El reino de la Monarca

A sólo dos kilómetros de la población está la mina “Las dos Estrellas”. En el camino encontrarás talleres en los que se trabaja la cantera.

Otras opciones son visitar el Parque Nacional Campo del Gallo o, si vas en octubre, disfrutar del Feratum, un festival de cine fantástico y de terror.

Por si fuera poco, Tlalpujahua está muy cerca de los grandes santuarios naturales que la Mariposa Monarca tiene en Michoacán y el Estado de México. A sólo 29 km está el de Sierra Chincua, que cuenta con condiciones ideales de vegetación y temperatura para hospedar a millones de insectos, que hacen la peregrinación más larga de la naturaleza, de 4 mil km, desde las heladas tierras de Norteamérica.

Si eso no es suficiente, Tlapujahua ofrece, en los puestos de comida instalados afuera del mercado, dos tipos de tamal, las tradicionales corundas, de forma piramidal, preparados con masa de maíz, que se acompañan con una salsa de chiles poblanos, rojos y verdes, crema y queso Cotija y uchepos, también de maíz, con mantequilla, sal, azúcar o piloncillo y leche fresca, cuya textura es más suave y su sabor muy dulce. En el almuerzo puedes comer guajolote con mole o barbacoa.

 

Total
0
Shares
Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Prev
REGALOS BAJO EL ÁRBOL

REGALOS BAJO EL ÁRBOL

  Una de las grandes ilusiones de las fiestas decembrinas es la decoración,

Next
Esta Navidad, regala artesanías zacatecanas, sin salir de casa

Esta Navidad, regala artesanías zacatecanas, sin salir de casa

A pesar de que los festejos decembrinos de este año se vivirán de forma

You May Also Like