Los llamados huicholes tienen una producción artesanal confeccionada principalmente con estambre y chaquira con brillantes colores
Si visitas Nayarit el mejor recuerdo que puedes adquirir es una artesanía de estambre o chaquira, los dos elementos que identifican al arte wixárika o wixárica – “persona de corazón profundo que ama el conocimiento”–, a quienes se identifica en español como huicholes, grupo étnico mayoritario de ese estado, aunque también se les encuentra en partes de Jalisco, Durango y Zacatecas.
Su producción artesanal no sólo se identifica por esos elementos, sino también por sus colores brillantes, que es la forma como los dioses hablan a los hombres, según su cosmovisión. Para acceder a esa comunicación es necesario abrir un portal, el nierika, que es el comienzo de la vida y el orden del mundo, mediante la ingesta del hikuri o peyote.
Entre las culturas prehispánicas, es la única que tiene un manejo tan complejo del color. Su artesanía es una ofrenda a los dioses, pero también una forma de llevar a su comunidad y al resto de los hombres, los mensajes de la divinidad.
Con estambre, pegado con cera de Campeche y tablillas de madera, se forman cuadros multicolores –una auténtica psicodelia–, en las que los wixárika expresan su historia y religión y por medio de ellos representan sus ritos y cosmovisión. También hay artículos comerciales, pero incluso estos, cuando son genuinos, son creados luego de tener contacto con las divinidades.
Chivos, ballenas, cráneos, perros, lobos, venados, cabezas de jaguar, rinocerontes –incluso en tamaño real–, máscaras, jícaras, lunas, representaciones de un eclipse solar, collares, pulseras, aretas, pectorales, todo lo que imagine para la decoración del hogar, la oficina o uso personal.
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