Tomar las cosas con ligereza puede ser útil, sobre todo ante el estrés de un viaje, con decenas de personas alrededor y sin la posibilidad de escapar
Viaja ligero, decían… Trasladarse de un lugar a otro es algo que poco a poco podrá hacerse de nuevo, por los motivos que sean: negocios, visitar a la familia, el placer de tomar unos días lejos de casa y disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Aunque la idea de estar encerrado en una cabina con decenas de personas puede ser aterradora para algunos y, mínimo, estresante para otros, debido al riesgo de contagio de coronavirus, la realidad es que los aviones son espacios tan seguros como cualquier otro.
Sencillita y carismática
Adiós al glamour, está prohibido llevar pulseras, aretes o anillos en cualquier viaje por avión, pero hay un nuevo accesorio: el cubrebocas, que se debe llevar durante todo el vuelo, y en general a todos los lugares públicos.
Se sugiere llevar dos o tres para cambiarlo cada vez que sea necesario, es decir, cuando te lo pongas en alguna parte que no corresponda como la cabeza, el cuello, la muñeca, etc. Si se humedece por el vaho de tu aliento también deberás sustituirlo por otro, si está roto o desgastado y, por supuesto, si estuviste en contacto con quien alguien sospechoso de tener el virus.
No por útiles son aburridos, la prenda ha evolucionado sorprendentemente rápido. Hay modelos de diseñador, como los Kika RDZ e Inlove Mexico, hasta los que encuentras en el mercado con tus personajes favoritos.
Identidad secreta
No todo es seriedad en la pandemia. La covid-19 también ha impulsado la imaginación, puedes ver a algún Stormtrooper andando por ahí, al mismísimo Darth Vader o al Guasón en el aeropuerto. Tú mismo podrías sacar a relucir tu identidad de súper héroe, no hay por qué limitarse cuando las circunstancias lo justifican. Completa el outfit con unos guantes y listo, a volar “al infinito y más allá”.
Como todo súper héroe debes de tener la habilidad de cambiarte de ropa muy rápido, por eso, en los viajes se sugiere llevar prendas superficiales que te puedas quitar con facilidad para cambiarte al llegar a tu destino, más rápido que Superman en una cabina telefónica.
Completa tu arsenal con una botellita de gel antibacterial pequeña, con capacidad menor a los 100 ml para poder subirla al avión, completa el kit con toallitas desinfectantes con al menos 70% de alcohol, para limpiar tu bolsa, tarjetas o superficies imposibles de evitar como pasamanos y botones de cajeros automáticos.
La última de tus “armas” es la más poderosa, tiene la capacidad de medir la temperatura propia y de tus compañeros de viaje: el poderosísimo termómetro.