Isla Holbox, ubicada al norte de la península de Yucatán en Quintana Roo, es uno de los destinos más encantadores y auténticos de México. A diferencia de los sitios turísticos saturados, Holbox conserva un espíritu relajado y natural que lo ha convertido en un refugio perfecto para quienes buscan paz, naturaleza y cultura local. Este paraíso caribeño es parte de la Reserva de la Biósfera Yum Balam, lo que garantiza paisajes vírgenes, una rica biodiversidad y prácticas sostenibles de turismo.
Cómo llegar a Isla Holbox
Para llegar a Holbox, es necesario tomar un ferry desde Chiquilá, un pequeño puerto ubicado a unas dos horas y media en carretera desde Cancún. El trayecto en ferry dura aproximadamente 25 minutos. Al llegar, encontrarás un ambiente sin autos: los principales medios de transporte son carritos de golf, bicicletas o tus propios pies.
Qué hacer en Holbox
- Nadar con el tiburón ballena (de mayo a septiembre): Holbox es uno de los pocos lugares del mundo donde puedes vivir esta experiencia única y segura.
- Paseos en kayak por los manglares, donde es posible observar flamencos, cocodrilos y muchas especies de aves.
- Visitar Punta Mosquito, una lengua de arena que emerge con la marea baja y ofrece un paisaje casi surrealista.
- Recorrer el pueblo y admirar sus murales coloridos, disfrutar de la gastronomía local —como la pizza de langosta— y convivir con su cálida comunidad.
- Presenciar la bioluminiscencia en las playas más alejadas del centro, especialmente entre junio y septiembre.
Consejos para tu viaje
- Lleva efectivo, ya que hay pocos cajeros automáticos y muchos comercios no aceptan tarjetas.
- Usa repelente biodegradable y bloqueador solar ecológico para proteger el ecosistema marino.
- Visita en temporada baja para disfrutar de una experiencia aún más tranquila y sostenible.
¿Por qué visitar Isla Holbox?
Holbox es mucho más que sol y playa. Es una experiencia de conexión con la naturaleza, de respeto por lo local y de descubrimiento de un México alternativo, donde el ritmo de vida invita a detenerse, observar y respirar con calma. Es ideal para quienes buscan playas vírgenes, turismo ecológico y una experiencia auténtica lejos del bullicio.