Cada verano, la región de Provenza en Francia se tiñe de tonos morados y violetas gracias a la floración de la lavanda. Este espectáculo natural no solo atrae a fotógrafos y viajeros de todo el mundo, sino que también es una de las experiencias más auténticas que se pueden vivir en el sur de Francia. En este artículo te llevamos por la Ruta de la Lavanda, pasando por los pueblos más emblemáticos: Valensole, Sault, Gordes y Roussillon.
1. Valensole: El corazón de la lavanda
Conocido como uno de los mejores lugares para ver campos de lavanda en Francia, Valensole es un punto de partida ideal. Desde mediados de junio hasta finales de julio, sus extensos paisajes se transforman en un mar morado que huele a verano. Además de los campos, puedes visitar destilerías locales donde se produce aceite esencial de lavanda, comprar productos artesanales y disfrutar de los tradicionales mercadillos provenzales.
2. Sault: Tradición y altura
A más de 700 metros sobre el nivel del mar, Sault ofrece una vista panorámica de los campos de lavanda que parecen extenderse hasta el horizonte. Esta ciudad es también famosa por su Festival de la Lavanda, que se celebra cada agosto y rinde homenaje a esta flor emblemática con actividades culturales, desfiles y mercados. Aquí encontrarás cultivos tanto de lavanda fina como de lavandín, ideales para los amantes de la fotografía y la tranquilidad.

3. Gordes: Encanto provenzal en piedra
Ubicado en la cima de una colina, Gordes es considerado uno de los pueblos más bellos de Francia. Aunque no es famoso por tener campos de lavanda propios, su cercanía a los paisajes aromáticos lo convierte en una parada imperdible. El contraste entre las construcciones de piedra, el cielo azul y los campos de lavanda cercanos crea postales de ensueño. Además, puedes visitar la Abadía de Sénanque, rodeada de lavanda, uno de los sitios más fotografiados de Provenza.
4. Roussillon: Entre lavanda y ocres
Roussillon combina los tonos violetas de la lavanda con los colores cálidos de sus acantilados de ocre, creando un paisaje único en la Ruta de la Lavanda. Este pueblo ofrece caminatas por el Sendero de los Ocres, visitas a talleres de arte y pequeños cafés con vistas espectaculares. Aunque sus campos son menos extensos, la mezcla de colores y aromas lo hace inolvidable.
Consejos para disfrutar la Ruta de la Lavanda
- Mejor época: De mediados de junio a finales de julio, dependiendo del clima.
- Cómo moverse: Se recomienda alquilar un coche para recorrer los pueblos con libertad.
- Qué llevar: Sombrero, protector solar, cámara y espacio en la maleta para souvenirs aromáticos.
La Ruta de la Lavanda en Francia no es solo un viaje visual, sino una experiencia sensorial que combina historia, cultura y naturaleza. Desde los campos infinitos de Valensole hasta los paisajes pintorescos de Roussillon, cada parada ofrece una forma diferente de conectar con la esencia de Provenza.