La corrida de toros es una tradición muy ligada a la historia de México. De hecho, presuntamente, el primer festejo taurino se realizó en junio de 1526, sólo cinco años después de consumada la Conquista, en honor a Hernán Cortés. Para la ocasión, como ocurre hasta hoy en muchos pueblos, se armó un ruedo provisional de madera en la Plaza del Marqués, frente al Palacio de Cortés, en el costado poniente de la actual Catedral Metropolitana.
Con el tiempo, la corrida pasó a formar parte de festejos tradicionales y surgieron costumbres, como la que se manifiesta cada año en agosto, en la Feria Nacional de Huamantla, uno de los dos Pueblos Mágicos de Tlaxcala –el otro es Tlaxco–, donde se combinan fervor y sincretismo religioso y cultural con la gastronomía regional y carteles en los que alternan figuras internacionales del toreo, pero también se tiene la oportunidad de enfrentarse a una bestia de lidia en la popular “Huamantlada”.
Se trata del festejo anual de la Virgen de la Caridad, que llega a 146 años y está programado del 6 al 23 de agosto. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no había seguridad de que se realizará, debido a que las autoridades consideran que, si bien para entonces estará “de salida” la pandemia de la covid-19, persistirá el riesgo de rebrotes.
La Feria de Huamantla es uno de los festejos más antiguos de México, con actividades para toda la familia, como el baile de feria, carreras de burros y de carcachas, así como conciertos. Además, se realiza el Desfile de las Flores, para venerar a la Virgen con flores al pie de su altar y en el atrio de la Basílica, acto considerado la esencia del festejo.
Sin embargo, si algo ha dado proyección internacional a esta Feria, además de la “Huamantlada”, es La Noche que Nadie Duerme, una procesión con la patrona que se realiza la noche del 14 al 15 de agosto por las calles, tapizadas con hermosas alfombras confeccionadas a mano, con aserrín y arena, formando flores y elaboradas figuras geométricas en el derrotero de la Virgen, todo un espectáculo que mantiene en vela a locales y visitantes.
Previo a la “Huamantlada”, el 21 de agosto, es la Noche de Burladeros, en la que los vecinos construyen vallas a la orilla de la acera, adornan las fachadas de sus casas con motivos taurinos, participan en una verbena y presencian un desfile encabezado por la Reina de la Feria, en el que participan charros, tlachiqueros y músicos.
El 22 de agosto se efectúa la tradicional “Huamantlada”, en la que se suelta una treintena de toros por las calles de la ciudad, que corren entre las personas y son toreados por los más osados. Las reses salen de cajones distribuidos estratégicamente por todo el recorrido. Es común concluir esta parte de la feria con saldo rojo.
En lo gastronómico, los festejos en honor a la Virgen de la Caridad incluyen la Feria del Chile en Nogada, en el que se prepara y vende el platillo, elaborado con ingredientes de la región.
