Luego de un complicado 2020, que hizo aflorar temores y nos mantuvo en estrés constante, se antoja viajar al interior de nosotros mismos para fortalecernos
Luego de un complicado 2020, en el que afloraron temores y vivimos en estrés constante por situaciones no imaginadas por la mayoría, nos abrimos a un nuevo año con la misma esperanza de siempre, deseosos de recuperar la paz interna, abrazar al espíritu y congraciarnos con todo lo que nos rodea.
Más que nunca se antoja un viaje, pero al interior de nosotros mismos, fortalecer lo anímico, el espíritu, para aceptar el presente y recrear nuestro mundo con una visión más acorde con la naturaleza, respetuosa de los principios de convivencia universal y solidaria con los demás.
El lugar. Para ese viaje lo mejor es empezar por elegir un sitio donde prevalezca el contacto con la naturaleza, con sus sonidos, aroma a tierra húmeda, aire limpio, alejado del ruido de la ciudad, donde puedas ejercitar cuerpo y mente con yoga y meditación, utilizar técnicas de concentración que restablezcan tus conexiones internas, alejen la ansiedad y la depresión.
Ropa. Antes de emprender tu viaje interno no olvides elegir ropa blanca y holgada, que te ayude a expandir tus campos aúricos, esas capas de energía que se ubican en el contorno del cuerpo humano y se presentan en diferentes colores, según el estado de ánimo o la personalidad de cada uno.
Esterilla. Selecciona bien tu esterilla o tapete de yoga, esencial para que te sientas cómodo gracias a que amortigua el peso de tu cuerpo, atrae sensaciones de bienestar y brinda seguridad al evitar resbalones.
Sonido. La música y los sonidos de la naturaleza contribuyen a que alcances la paz interior y controles la ansiedad. El canto de pájaros, el sonido de agua que corre o de un mar tranquilo, el del gong y cuencos tibetanos curan y controlan trastornos de ansiedad, miedo, depresión.
Olfato. El olor a hierba húmeda puede ser suficiente, pero si estás en un lugar cerrado aprovecha para encender resinas aromáticas vegetales y aceites esenciales que inunden el espacio con su fragancia y ayuden a tu concentración y bienestar. Las velas aromáticas y sahumerios son elementos que te deben acompañar en este viaje.
Atados de yerbas. Las posibilidades de sahumar, sin embargo, no se limitan al incienso, copal, sándalo, etc. Hay yerbas con propiedades que contribuyen a la purificación, la limpieza, la protección de los cuerpos físicos y espirituales, para expulsar la energía negativa y, en general, para restablecer el equilibrio físico, mental y emocional.
Piedras. Rodéate con cuarzos, malaquita (la que “el mal quita”), rodocrosita, turmalina rosa, cuarzos, obsidiana y amatista, piedras que es recomendable tener cerca de ti para atraer paz y buena energía a tu vida.