El rosa está de moda y la Península de Yucatán está a punto de darse un baño de este hermoso color con la llegada de las aves migratorias más graciosas, estrambóticas y queridas de la zona: los flamencos.
Unas varas rosas sobresalen de las aguas de los esteros y zona de manglares en Yucatán, algunas van por pares y otras van solitarias, al seguirlas con la mirada se llega hasta un manojo de esponjadas y hermosas plumas rosa, sigue un larguísimo cuello que termina en un curvado pico.
ES EL FLAMENCO DE MAYOR TAMAÑO DEL CONTINENTE AMERICANO, MIDE ENTRE 1,20 Y 1,45 METROS DE ALTURA. LOS MACHOS SUELEN SER MÁS ALTOS QUE LAS HEMBRAS.
Es un espectáculo observar a una parvada de esta especie, cuya mayoría de individuos llegan a alcanzar más de metro y medio de altura, aunque en ocasiones “enrollan” el flexible cuello, o doblan esas patas largas para alcanzar diversas posturas y quedar a alturas distintas.
Se les puede observar desde la Biosfera Ría Lagartos, en el área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y en las Reservas de la Biosfera Celestún y Los Petenes.
La presencia de estas aves indica que el ecosistema de manglar se encuentra saludable, lo cual es muy importante pues son reservorios de biodiversidad, ahí viven peces, crustáceos, aves, reptiles y anfibios, son también una barrera natural para proteger las costas de la erosión y de los efectos de tormentas y huracanes.
Encontrarse con estos emplumados es muy fácil durante los meses de septiembre y mayo, cuando llegan alrededor de 30 mil a las costas yucatecas en busca de un sitio de anidación y de alimento: crustáceos, moluscos, gusanos, algas y protozoos, de entre este buffet, prefieren la Artemia salina, el crustáceo que le otorga su color.
Al visitarlos debes ser respetuoso con su entorno natural, evitar invadir su espacio o asustarlos de alguna forma, mantente en los senderos o en las zonas establecidas para su avistamiento y observación y no te acerques a los nidos pues los pones en riesgo.
Un dato curioso es que se asocia con el ave fénix, pues nace de color gris y adquiere el hermoso tono que le caracteriza, además tanto flamenco como flamingo son palabras asociadas con la llama y la flama, respectivamente. En Egipto se pensaba que eran los representantes de Ra, el dios que representa el sol del mediodía.
