Lugar en el que se fusionan la historia, naturaleza, gastronomía, música, folclor y arquitectura. Es el Pueblo Mágico de Capulálpam de Méndez, donde aún se mantienen usos y costumbres en su manera de gobernanza.
Enclavado en la Sierra Norte se encuentra esta comunidad orgullosamente indígena, fundada en los albores del año 1200 por zapotecas procedentes del valle de Oaxaca.
El título de propiedad más antiguo fue expedido el 12 de marzo de 1599, por orden de Don Luis de Velasco, II Gobernador Capitán General de la Nueva España. En el manuscrito se dice que esta posesión obedece a las escrituras antiguas presentadas en lengua zapoteca en poder de los caciques.
Para comenzar el día, es ideal una caminata por el bosque, regresar al pueblo, cuyas casitas conservan en perfectas condiciones sus paredes de adobe y techo de tejas, guiado por el olor de la cocina tradicional. Con la energía recobrada, recorrer el templo en honor a San Mateo Apóstol y seguir con los paisajes campiranos, cuyas formaciones naturales dan rienda suelta a la imaginación.
Las calles empinadas y empedradas y las viviendas perfectamente alineadas hacen que la visita sea algo realmente digno de fotografiar.
Para llegar al poblado puedes utilizar taxi que sale desde la ciudad de Oaxaca; otra opción son los camiones de “Fletes y Pasajes” y “Pueblos Mancomunados” con ruta hacia Villa Alta y a Ixtlán.
Si el viaje lo haces en automóvil, la partida puede ser desde la ciudad de Oaxaca en un recorrido de 72 kilómetros. Tomas la carretera federal 175 que se dirige a Tuxtepec, pasas por Ixtlán de Juárez, te diriges por el desvío a la derecha y a seis kilómetros se encuentra Capulálpam. Esta misma carretera lo comunica con otros pueblos, como Zoogocho, Talea de Castro, San Juan Yaee y Villa Alta.