En el corazón del sudeste asiático se encuentra un destino que evoca misterio. Quienes lo visitan tienen la fortuna de maravillarse por la naturaleza, la riqueza cultural e histórica, y, sobre todo, por su gente.
Camboya es un país que ha sido testigo de imperios, conflictos y renacimientos. Podemos decir que es un Ave Fénix que renace de sus cenizas. Esta nación cuenta con un patrimonio único cultural asombroso.
Camboya ofrece a sus visitantes una variedad de paisajes que van desde playas tropicales en la costa del Golfo de Tailandia, montañas llenas de vegetación en el norte y el hermoso lago Tonle Sap, en el cual encontrarás pintorescos pueblitos flotantes en los que encontrarás desde casas, escuelas y mercados. Definitivamente, es una experiencia única.
Uno de sus tesoros más importantes es el majestuoso templo de Angkor Wat, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Fue mandado a construir por el rey Suryavarman II, quien gobernó el Imperio Jemer, el cual alcanzó su apogeo en los siglos IX y XV. La influencia de la India se puede reflejar en su arquitectura y en su principal religión, el budismo. El templo es para rendir homenaje al dios hindú Vishnu, y el diseño representa el monte Meru, ya que, para la mitología hindú, es considerado un lugar sagrado.
Dos de las curiosidades que se suman a lo que hace único a Camboya es que su idioma oficial, el khmer, cuenta con su propio alfabeto y se escribe de izquierda a derecha. La otra curiosidad es que, a pesar de que la mayoría de las transacciones que se realizan son en dólares, su moneda oficial es el riel, y esto se debe a la falta de confianza en la moneda local.
Si tienes la oportunidad de experimentar alguno de sus festivales coloridos, los cuales celebran a lo largo del año, te sugerimos que no te los pierdas. Uno de los más destacados es el “Año Nuevo Khmer” (Chaul Chnam). Durante esta celebración, la gente se arroja agua, ya que para ellos es limpiar y purificar su alma. Además, lo celebran con desfiles y danzas tradicionales.
No te preocupes por la comida, ya que su gastronomía es deliciosa. Algunos de sus platillos más solicitados son el amok (curry de pescado o pollo cocinado en hojas de plátano), el lok lak (filete de res salteado) y, si te gusta experimentar, este platillo es para ti: el balut (un huevo de pato fertilizado).
Si quieres un viaje auténtico y enriquecedor, te sugerimos visitar Camboya en los meses de noviembre a marzo, ya que son los meses secos para que puedas descubrir más curiosidades.
