A sólo unos kilómetros de la capital oaxaqueña existen unas cascadas únicas en el continente.
Oaxaca es un destino que se ha caracterizado por su rica historia, cultura y gastronomía, pero en este artículo destacaremos su fascinante geografía que tiene la fortuna de contar con tres sierras formadas por rocas sedimentarias, exclusivas, volcánicas y metamórficas que atraviesan el estado. Adentrándose a la Sierra Mixe y la Sierra Norte, a unos 70 kilómetros de la capital oaxaqueña, se encuentran un par de cascadas de Hierve el agua, que no son precisamente de agua, sino de carbonato de calcio que dan la impresión de estar congeladas, convirtiéndose en un paisaje único.
Las cascadas de Hierve el agua de 12 y 30 metros son el resultado de un proceso químico en el agua del manantial que brota del corazón de la montaña y se caracteriza por su alta concentración de azufre, potasio y algunos derivados como carbonato de calcio, que es el responsable de la petrificación del agua, ya que al tener contacto con el aire se solidifica y al escurrirse a lo largo de los años se formó una maravilla natural. Y a pesar de la variedad de saltos de agua que hay en el mundo, sólo existen dos de este tipo, uno en América, el cual estamos mencionando, y el otro en Turquía llamado Pamukkale.
Además de las cascadas en Hierve el Agua también hay vestigios de un sistema de riego construido por los zapotecas hace dos mil 500 años. El lugar es ahora un balneario natural en donde podrás disfrutar de aguas termales con albercas y pozas naturales de baja profundidad con una temperatura ligeramente superior a la del medio ambiente que va desde 22 a 25 grados centígrados.
Existen dos pozas grandes y varias pequeñas, pero la que te dejará sin aliento es aquella que tiene una vista panorámica impresionante y se ubica justo a la orilla del barranco. Si sufres de vértigo ni si quiera te acerques, ya que la orilla no cuenta con barandales u otro método de protección.
Los mejores meses para visitar las cascadas de Hierve el Agua son octubre y noviembre, ya que la época de lluvias haya terminado. Como recomendación evita los meses de marzo, abril y mayo, ya que el paisaje se vuelve muy árido y escasea el agua.
Además de ser un destino 100 por ciento Instagrameable podrás disfrutar del atractivo arqueológico de la zona donde conocerás la historia, pasaje de diversas culturas y antiguos habitantes del área. Este parque cuenta con baños, vestidores y pequeños establecimientos de comida, así como cabañas donde podrás pasar la noche.
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