Tapijulapa, el pueblo más típico de Tabasco, es un pintoresco rincón de origen zoque, rodeado de naturaleza. Está a 90 km de Villahermosa, enclavado en la sierra, en el municipio de Tacotalpa.
El poblado de tres mil habitantes y arquitectura colonial mexicana, tiene casas pintadas de blanco, con tejados de dos aguas y calles empedradas. Sobresale entre los ríos Oxolotán, de aguas sulfurosas, y Amatán, cuyo caudal crece en temporada de lluvias, aunque en primavera es ideal para un chapuzón.
Cerros cubiertos de ceibas, amates, matapalos, chicozapotes y otros grandes árboles, enmarcan casas llenas de macetas y lugares donde probar la exquisita gastronomía local y regional.
No dejes de comer “mone”, guisado a base de cerdo o pescado, acompañado con plátano verde, tomate, chile, cilantro y cebolla; pishul, enorme tostada similar a la tlayuda, que se sirve cubierta de frijol, queso de hebra derretido y carne, aderezado con crema, lechuga, jitomate y salsa de chile amashito; los pushianes (tamales de masa tierna); las cañas cocidas; los shotes, unos caracoles de arroyo en salsa verde; mojarras, quesadillas, pollo pibil y gran variedad de tamales.
EL PISHUL SE PREPARA CON UN TOTOPOSTE (TOSTADA DE MAÍZ DELGADA) ENORME COMO BASE.
En sus alrededores están el famoso Jardín de Dios, de 14 hectáreas con plantas medicinales, de ornato, comestibles y árboles frutales; Kolem Jaá, reserva ecológica privada, parque temático y hotel con cascadas, pozas y senderos para observación de flora y fauna, y Villa Luz, parque que fue finca del gobernador Tomás Garrido Canabal, con arroyos que se juntan y forman una espectacular serie de cascadas escalonadas y pozas.