Ambos son símbolos de mexicanidad, el charro y el mariachi, que no son lo mismo, identifican mundialmente a México. El primero trascendió y se popularizó gracias en la época dorada del cine mexicano; el segundo ha llevado a todo el orbe la música mexicana.
El charro puede ser músico, pero se identifica principalmente porque practica el deporte nacional: la charrería. Su origen se remonta a la época colonial, cuando se destinaron grandes extensiones de tierra a la agricultura y ganadería y obligaron a realizar faenas con la finalidad de domesticar al ganado. La vestimenta del charro se adaptó a las necesidades de su labor.
Los charros tienen cinco modelos de traje, que usan dependiendo la ocasión y ajustados a un reglamento. El más usado es el “de faena”, que se emplea en las competencias y consta de las siguientes partes:
Sombrero. De fieltro, pelo o palma, con el ala en su parte trasera ligeramente arriscada y barboquejo de cuero, cerda o algodón, que debe usarse siempre que se esté montado.
Camisa. Blanca o de colores serios, de manga larga de tubo, con el cuello tipo civil (pegado y volteado) o de estilo militar: Si se lleva chaqueta, obligatoriamente el cuello será de estilo civil. Podrán ser adornadas con bordados en colores serios.
Chaqueta. Lisa, de tela, jerga, gamuza o casimir, con o sin adornos que pueden ser cachiruleados, bordados con botones en mancuerna y serán de tres a no más de seis en cada manga. El largo será hasta de 0.10 metros por debajo de la cintura.
Chaleco. Liso de tela, jerga, gamuza o casimir, con o sin adornos que pueden ser cachiruleados, con alamares o botones de tela, cuerno, hueso, gamuza o plata. Si se lleva chaleco no se debe quitar la chaqueta, pues este hecho será motivo de descalificación.
Pantalón. De corte charro, con o sin aletón, de tela, jerga, gamuza o casimir, lisos, con adornos de gamuza, cachiruleados, bordados de hilo o cuero en los colores permitidos. No deberá llevar bolsas traseras y las delanteras serán al sesgo u horizontales con respecto del piso.
Chaparreras. En todas las competencias son obligatorias, lisas o bordadas, cuidando que los aletones, contrafajas y cuadrileras, sean iguales para que se ajusten a la ropa del charro; con dos tientos de gamuza pegados a cada cuadrileras para amarrar al frente o con hebilla para afianzar a la espalda.
Botines. Con tacón espuelero de 3½ cm de alto, de una pieza de piel lisa o gamuza con punta redonda, con o sin parrilla, Que no tengan apariencia de botas vaqueras. Los colores permitidos son café, vino, bayos o grises.
Corbata. De moño, colgante al estilo mariposa. Los colores serán serios y queda prohibido que sean pastel, violeta o rosa.
Faje o ceñidor. Se usará de acuerdo con la categoría del traje y serán de tela, gamuza o piel de colores serios.
Cinturón. Con hebilla de estilo charro, con o sin carrillera, con o sin pistola, pero de usarse, la funda del revólver deberá hacer juego con las chaparreras y el cinturón y demás arreos.
Pistola. En caso de usarse deberá ser siempre revólver y la funda completa, nunca de bikini o medias fundas. Deberá hacer juego con el herraje de la montura.
Espuelas. De estilo charro, de las llamadas coleadoras, de espiga y con rodaja.
Guantes y/o manillas. De cuero o gamuza, cerrados o con las puntas de los dedos recortadas, en los colores permitidos para las protecciones.