Encuentro con un gigante marino
Nadar junto a tiburones ballena es una de las experiencias más impresionantes que puede experimentar el ser humano
Nadar con el tiburón ballena puede antojarse algo extremo, sobre todo porque su nombre común lleva a imaginar a un escualo de grandes dimensiones, un depredador marino de tamaño descomunal, pero no, es un pez, eso sí, el más grande del mundo, que para fortuna nuestra y de la fauna marina, se alimenta de plancton.
La presencia de esos enormes peces en aguas de la península de Yucatán era un secreto que únicamente conocían pescadores y habitantes de zonas como las islas de Holbox y de Mujeres, hasta que hace poco más de dos décadas su existencia trascendió y se convirtió en uno de los principales atractivos turísticos de esta zona del Caribe mexicano.
Verlos no es tan fácil como parece, es una especie marina que sólo llega en determinadas temporadas y ubicarlos requiere un gran esfuerzo por parte de los prestadores de servicios porque no se mantiene fijos en un lugar.
El tiburón ballena llega a esta zona en búsqueda de plancton y necton, organismos microscópicos con los que se alimenta y, según los especialistas, la especie permanece en la zona durante varios meses debido a que encuentra alimento en grandes cantidades.
Aprendiendo a nadar con tiburones
Tanto en Cancún como en Isla Mujeres y Holbox hay empresas especializadas que ofrecen paseos para ir a nadar junto al tiburón ballena.
Se recomienda evitar que menores de edad no familiarizados con el mar hagan la travesía, que puede durar más de seis horas y que puede resultar incómodo, cansado y hasta convertirse en un tormento debido a los mareos que causa el vaivén de las embarcaciones.
Generalmente, los paseos de avistamiento del tiburón ballena que salen de Isla Mujeres, Cancún o Puerto Juárez incluyen una parada de descanso en Playa Norte, considerada como una de las más bellas del mundo.
Como la zona de avistamiento del tiburón ballena ya está dentro de área de protección natural, autoridades en materia ambiental y los mismos prestadores de servicios turísticos se han puesto de acuerdo para contribuir a su protección y conservación.
En cada temporada –de mayo a septiembre– sólo un grupo muy pequeño de embarcaciones recibe autorización para poder ofrecer los paseos de avistamiento.
Protege al escualo
Para vivir esta experiencia evita los bloqueadores solares no biodegradables, bronceadores o cualquier otro tipo de químico que pueda quedarse en el mar y que a largo plazo sea contaminante. En su lugar se recomienda utilizar ropa de manga larga, sombrero o gorra y lentes de sol.
Verifica que el tour sea de prestadores de servicios certificados, quienes tienen mucha experiencia en la zona y saben cómo navegar cerca del tiburón ballena sin ponerlos en riesgo. En años anteriores se reportaron accidentes en los que los tiburones ballena presentaron heridas por golpes de lancha.
Lleva cámaras acuáticas o las bolsas especiales para uso de celular en el mar. Aunque el tiburón ballena es un enorme pez sumamente tranquilo está prohibido tocarlos o montarlos.
La estancia con el tiburón ballena es realmente breve en comparación con todo el recorrido, pero es algo que vale la pena vivir. Al final, siempre querrás volver.
Datos
El peso promedio de un tiburón ballena es de 9 toneladas
Llega a medir 10 metros de largo, pero se han encontrado ejemplares mucho más grandes
Su tiempo de vida va de los 70 a los 100 años
También se le conoce como el tiburón dominó por las numerosas manchas blancas que tiene en el cuerpo.
Está catalogada como una especie amenazada, según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2001
