Por cuarta ocasión, el Jardín Botánico de Vallarta, único fuera de los Estados Unidos, fue nominado por el sitio especializado USA Today para competir como uno de los más prestigiosos de Norteamérica.
Ya en la edición del 2021, se colocó en el Top 4 de esa lista, sólo por detrás del Botanical Cactus Garden de Henderson Nevada; el Cincinnati Zoo & Botanical Garden, y el Fairchild Tropical Botanic Garden de Coral Gables Florida.
Con una circulación diaria cerca de un millón de copias y una distribución digital aún mayor, USA Today tiene una distribución comparable a la del Wall Street Journal y el New York Times. Eso da mayor relieve e importancia al hecho de que haya distinguido al Jardín Botánico de Vallarta por varios años.
Este año la votación se mantuvo abierta desde cualquier dispositivo (celular, tablet o computadora) y sobre diferentes plataformas durante dos semanas.
“Formar parte de esta importante competencia, sin duda, le da al Jardín Botánico de Vallarta gran prestigio, sin embargo, también es un reconocimiento para todo Puerto Vallarta. Hemos sido reconocidos en años anteriores y eso nos brinda una destacable promoción que incrementa la llegada de visitantes y beneficia a toda la comunidad”, asegura Bob Price, CEO del Jardín Botánico.
Este oasis natural, ubicado al sur de Puerto Vallarta, es una organización no lucrativa fundada en 2004. Su misión: reproducir, estudiar, descubrir, conservar y exhibir plantas nativas de México y el resto del mundo. Abarca una superficie de 38 hectáreas y es hogar de una vasta diversidad de especies de plantas mexicanas, incluyendo la colección pública de orquídeas más visitada del país.
Hay cuatro invernaderos que muestran flores locales y exóticas de todo el mundo, como vainilla, cacao y café; un museo, una colección de rocas y una población de colibríes y otras aves silvestres.
El Jardín Botánico es, además, una organización caritativa enfocada desde su fundación a la preservación de la flora y fauna de la región, que se sostiene mediante contribuciones y donaciones. Hay voluntarios que apoya el desarrollo de programas educativos y sensibilización ambiental en la comunidad, entre otros temas.
Es el escenario natural perfecto para la realización de eventos, principalmente bodas, las cuales se han convertido en una tradición, dado que el lugar cuenta con una capilla íntima para la ceremonia religiosa. Ahí también se ha realizado el Festival del Chocolate, que congregó a más de 500 visitantes en enero pasado.
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