En México hay tradición y cultura vitivinícola de siglos, si se considera que, en 1585, ante el temor de que la producción de vino de la Nueva España desplazara a la de la metrópoli el Rey Felipe II de España ordenó destruir los viñedos de la colonia y prohibió la siembra de nuevos.
En la actualidad, en México hay unas 8 mil hectáreas de viñedos, con una producción anual de vino de poco más de 200 mil hectolitros y más de 200 empresas productoras, cifra que, en 1948, cuando se creó la asociación Nacional de Vitivinicultores, llegaba apenas a 15.
Una de las tradiciones heredadas de los vinicultores europeos es la vendimia, festejo con el que se reconoce el trabajo de cultivo y cosecha de vid, el respeto y cuidado de la naturaleza, el sacrificio de quienes cosechan ante las inclemencias meteorológicas y el proceso de producción del vino.
Marca el comienzo de la cosecha de uva para la producción de vino, momento clave en el proceso de elaboración de la bebida, ya que durante ese tiempo los enólogos y bodegueros toman decisiones cruciales para determinar las características del vino que se producirá y la calidad que alcanzará.
La vendimia en México se lleva a cabo entre julio y octubre, con grandes fiestas de celebración, catas, visitas guiadas por los viñedos y bodegas, entre otras actividades.
Ya sea a Baja California, Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Querétaro o cualquier otra entidad en la que haya viñedos y se produzca vino, vale la pena que programes un viaje para que disfrutes de esta tradición y disfrutes de buenos vinos.
