La conquista del Viejo Oeste, también llamado Antiguo Oeste, Salvaje Oeste, Lejano Oeste o La Frontera, tuvo lugar en el siglo XIX y principios del XX en Estados Unidos y se recrea en un género cinematográfico denominado western. En general, se trató de una migración hacia el oeste de ese país con la esperanza de lograr éxito personal.
Entre sus principales personajes están los cowboys, pioneros, amerindios, gambusinos, etc., pero también surgieron poblaciones de un peculiar estilo, en el que destacan la madera como material de construcción, calles polvorientas, piletas de agua para los caballos y, desde luego, el saloon, bar típico en el que los hombres se reunían a beber whisky.
El Salvaje Oeste implicó la colonización de estados que hoy conocemos como California, Arizona, Texas y Nuevo Méjico, incorporados a Estados Unidos luego de la guerra mexicano-estadounidense de 1847. En nuestro país hay pueblos que recrean esa época, principalmente en Durango, donde hay bellas formaciones naturales, bosques, cañones, valles, ríos, lagunas, desiertos, etc.
Desde 1954 Durango es conocida como la tierra del cine por sus escenarios, ideales para filmes del Viejo Oeste y experimentar esa época sin salir de México. Hay pequeños pueblos en los que han trabajado actores y actrices como John Wayne, John Howard, Ringo Star, Salma Hayek, Dolores del Río, Andrea Palma, Fanny Anitúa y María Félix.
Paseo del Viejo Oeste. Se ubica en el km 13 de la carretera Durango-Parral. Al llegar uno se remonta en el tiempo, camina por tierra árida, observa carrozas con caballos, letreros sobre los filmes a modo de claquetas y el pueblo vaquero. En sus locales se pueden comer las tradicionales gorditas rellenas de guisos, comprar artesanías y tomarse la foto del recuerdo.
Es el parque más accesible a los turistas. Un autobús los transporta en forma gratuita desde la Plaza de Armas, en el centro de la ciudad, con salidas en diferentes horarios.
Villas del Oeste. Está a poco más de 10 km de la capital del estado. En 2002 fue construido como set cinematográfico y hoy se pueden presenciar “batallas de pistoleros”, practicar tiro al blanco, pasear en carreta e, incluso, ver un baile de can-can.
San Vicente Chupaderos. En este pueblo se filmaron unos 40 largometrajes durante la llamada época de oro del cine mexicano, aunque luego cayó en el olvido. No fue sino hasta el 2010 cuando se construyó su emblemática fachada para atraer turistas.
Rancho La Joya. A 44 km de la capital está una propiedad rodeada de acantilados que perteneció a John Wayne, quien la adquirió por considerarla apropiada para filmar películas western, como Los hijos de Katie Elder, Bandidas y Texas Rising.
Jardín de piedra de Mexiquillo y Cañones del Espinazo del Diablo. El Viejo Oeste no estaría completo sin planicies semiáridas, desiertos y paisajes casi inhabitables. Uno de estos sitios es el Jardín de piedra de Mexiquillo, donde se pueden encontrar un sinnúmero de piedras de lava petrificada.
El Espinazo del Diablo está en una reserva ecológica de 13.475 hectáreas compartida con Sinaloa.
