De gran belleza arquitectónica que data de la Colonia, Calvillo es uno de los tres Pueblos Mágicos de Aguascalientes –los otros son Real de Asientos y San José de Gracia–, ubicado cerca del punto donde el estado converge con Jalisco y Zacatecas.
Rodeado de fértiles huertos donde se cultiva guayaba, que luego se convierte en dulces y licores, es un paraje clave en la historia del país, ya que fue el paso del cura Miguel Hidalgo, tras ser derrotado en Puente de Calderón, para llegar a la Hacienda de San Blas.
Tiene una de las edificaciones religiosas más bellas de América Latina: el Templo del Señor del Salitre, quizá la iglesia más sorprendente del Estado, con una cúpula enorme, una de las más majestuosas del Continente. Su construcción comenzó en 1772 y concluyó en 1821.
Frente al Templo están la Plaza Municipal y una casona del siglo XIX, que hoy ocupa la Casa de la Cultura, con un patio central de arquería de cantera rosa y cuyo interior suele albergar interesantes exposiciones artísticas.
En los alrededores hay presas –Malpaso y La Codorniz–, en las que es posible pescar y practicar kayak, antiguas haciendas y otros sitios que encantan a cualquier viajero.
Calvillo, que recibió su nombramiento como Pueblo Mágico en 2012, celebró en los primeros 15 días de diciembre la “Feria de la Guayaba” y en febrero de este año se llevó a cabo la Cuarta Edición del Festival del Tamal y el Atole.