Si hay un lugar donde el aroma del ambiente invita a pasear en compañía de la persona amada este próximo 14 de febrero es Teúl de González Ortega, Pueblo Mágico del sur del estado de Zacatecas, colindante con Jalisco.
En el pueblo fundado por los indígenas Teules, una ramificación del grupo Caxcan, el visitante se encuentra con una postal sacada del siglo XVIII. Iglesias, casonas, plazas y calles empedradas transportan en el tiempo y dan la sensación de que se está en otra época, pero lo especial es el aroma del azahar que emanan sus calles, repletas de árboles de naranjo que aportan el peculiar aroma a cada rincón.
A Teúl también se le reconoce por su riqueza gastronómica y su tradición mezcalera. Entre sus restaurantes más populares está Los Jorges, que se distingue por ofrecer deliciosos chamorros al horno, cocinados conforme a una receta familiar.
Otro platillo imperdible son las gorditas de roble, en cuya preparación, tradicionalmente, participan familias completas: los padres, quienes acarrean la leña y prenden el horno; la mamá, que amasa la harina, y los niños, quienes juntan la hoja de roble.
En cuanto al mezcal, se pueden visitar fábricas artesanales que han ganado premios internacionales. Una empresa familiar con más de 90 años de tradición en la producción del destilado es Mezcal Don Aurelio, reconocida mundialmente porque conserva la forma artesanal de fabricar el producto.
De hecho, hay un museo en el que se muestra el proceso con el que se elabora la bebida y se exhiben botellas decoradas con arte wixárika, galardonadas en múltiples concursos internacionales.
También se puede visitar el Cerro de Teúl, importante zona arqueológica mesoamericana que fue una de las primeras zonas industriales del continente, donde se producían artesanías de cobre y cerámica. Los vestigios se han convertido en referente para el turismo y culturas mexicanas, ya que representa un acercamiento a la forma de vida y costumbres de los grupos prehispánicos.
Otro atractivo de Teúl es la presa Manuel Caloca, mejor conocida como la Ticuata, inaugurada en 1980, donde el visitante puede disfrutar de un puente colgante, áreas verdes, un mirador, un corredor con palmeras y pinos, además de trajineras, kayaks y lanchas para la pesca deportiva en renta.
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